Mientras nos atiborrábamos a comida haciendo que la hambruna que millones de personas sufren fuese aún más vergonzosa si cabe, nos lamentábamos de que no nos haya tocado nada de la lotería (como si vivir aqui no fuese ya suficiente lotería) y la prensa hablaba hasta el aburrimiento del discurso del Rey, que de poco o nada sirve, como si no hubiese nada más importante que contar, en otras partes del mundo, civiles eras asesinados indiscriminadamente mientras nosotros nos ocupábamos de mirar hacía otro lado, no vaya a ser que esas imágenes y noticias nos incomoden.
En esta
crónica desde Homs,
Mónica G. Prieto narra para
Periodismo Humano la situación que se vive en Siria. Es una crónica dura pero necesaria ya que al final, lo que no se cuenta, lo que no se ve, no existe.
Los observadores de la Liga Árabe ya han llegado a Siria, pero como cuenta Foreign Policy y bien
apuntaba Ramón Lobo (son los oídos equivocados), llegan con el
peor de los observadores posibles, un general de la dictadura de Sudán, acusada de genocidio en Darfur.
